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¿Existe el bullying en preescolar?
De hecho sí, sí existe el bullying en preescolar, pero casi no se habla de él, y la razón es muy sencilla: prácticamente no sucede.
Las estadísticas muestran que la etapa escolar en la que más incidentes de bullying se reportan es en secundaria, la primaria ocupa el segundo lugar (en edades cada vez más tempranas) y por último el preescolar, en porcentajes realmente bajos.
Y es que en preescolar hay mayores límites que impiden que situaciones de acoso por otros niños avancen:
- Al tratarse de niños pequeños hay mayor vigilancia por parte de los maestros(as).
- Los niños de corta edad suelen recurrir a los adultos cuando necesitan ayuda.
- Los niños de corta edad, al tener menos resistencia a la frustración y menor auto control, se muestran mucho más evidentes cuando otro niño los llega a lastimar: lloran, gritan, golpean, tiran objetos.
- En edad preescolar se fomentan el juego comunitario y la convivencia más que el trabajo individual.
- Los niños de corta edad suelen ser más abiertos con sus padres cuando tienen problemas con otros niños.
- Los niños pequeños no tienen tanta capacidad de liderazgo como para lograr que otros niños de su edad repitan sus acciones.
Habilidades como liderazgo y necesidades como la integración a un grupo, comienzan a desarrollarse poco antes de la adolescencia, lo cual conlleva a los niños a relacionarse con sus compañeros de forma distinta. Por esa razón los casos de bullying en preescolar son muy escasos.
Aún así, sí ha habido casos particulares, en donde algún niño acosa a su compañero con burlas, rayones en su cuaderno, empujones, o incluso que logre que algún amiguito se sume a las agresiones. Son casos bastante atípicos y que suelen ser detectados por los maestros escolares e incluso por los propios padres. Y generalmente se trata de niños que viven ambientes violentos y hostiles en sus propias familias.
De hecho, los niños mayores que practican el bullying también han vivido situaciones de violencia en casa o la escuela, pero siendo más pequeños no se sienten con la seguridad de llevar a cabo esas acciones porque asumen más el papel de víctimas que de victimarios, al crecer se invierte el papel. Por eso es notorio cuando un niño en edad preescolar asume un rol de perpetrador.
En edad preescolar es relativamente sencillo resolver el problema, se puede hablar con los maestros y los padres de familia, y se pueden establecer límites mucho más claros. También es un momento oportuno para cambiar las dinámicas familiares, pues los menores en preescolar están formándose todavía una personalidad, aprendiendo directamente de sus padres y adultos cercanos.